martes, 22 de septiembre de 2009

Aporte al libro del Dr. Alfredo Painceira (APDEBA)

Las colegas Adriana Anfusso y Verónica Indart, son dos viejas amigas con las que he compartido largas jornadas de pensamientos compartidos, de divergencias y coincidencias pero fundamentalmente de búsqueda y de encuentro.
Me enviaron por etapas su libro y allí me reencontré con ellas en el entusiasmo y el empuje y el afán por llenar los múltiples huecos que la obra de Winnicott, que como diría Chesterton no es perfecta sino pluscoamperfecta, deja instando a las personas inteligentes a buscar más allá de lo dicho (ya Heidegger decía que lo que uno escribía tenía el regalo de lo no dicho)
Me impresionó el empuje, el afán de luchar con esos huecos que deja la teoría
y de cavar en la base de las supuestas certezas que quizás son mitos que
construimos para orientar nuestra vida y nuestro quehacer.
Los orígenes del sí mismo, por ejemplo es un tema de vital importancia, porque es quizás lo que diferencia el punto de vista de Winnicott que compartimos con todas las demás teorías, y quiero recordar que lo que opinemos al respecto tendrá consecuencias serias sobre nuestro quehacer.
Por ejemplo si como dice Winnicott y yo comparto y ustedes comparten hay un
algo original e irrepetible en cada ser humano que va a ser protagonista o
víctima de una historia única también porque el escorzo desde el cual uno ve
la realidad el lugar desde el cual uno vive también es único.
Eso implicará afirmar que todo intento de manipulación o adiestramiento de cada ser humano será visto con suma desconfianza (al menos así es en mi caso) y la libertad será un bien supremo a preservar, así como las posibilidades prácticas de ejercitarla, aceptando las múltiples limitaciones que quizás hagan de la libertad basada en la posibilidad de decir no y de disponer de uno mismo, de decidir dentro de las limitadísimas circunstancias que la acotan desde lo involuntario, un bien precioso.
Creo que ese punto de partida de Winnicott es el que impregna toda su obra,
incluida la idea de creatividad, libertad tiene que ver con voluntad, con
elección, no es libertad de las pulsiones que arrasan el yo, el jinete dice,
debe dominar a los caballos.
Mi analista Cárcamo fundador de la Asociación Psicoanalítica Argentina y que en sus últimos años se interesó mucho por la obra de Winnicott solía decirme, "esas personas se equivocan, son libres del Super Yo pero son esclavas de sus caprichos.
También el estudio detallado del nacimiento de la moral, subraya los dichos de Levinas," porque el compromiso ético es insoslayable y creo que comienza con el encuentro cara a cara con el Otro”.
Winnicott hace surgir la culpa auténtica, base de la moral auténtica, del dolor que causa el dolor que causamos al otro, la COMPASION tan denostada por
quienes no entienden que no es sinónimo de lástima, lo que da lugar a una
culpa auténtica que nos posiciona ante el otro y ante el mundo.
Esa base hace que desde diferentes perspectivas pueda generarse el diálogo,
en el cual acogemos dentro nuestro el discurso del otro reconocido como otro para responderle, y otorgarle la interlocución que tanto reclamó Winnicott a Melanie Klein.
Ese diálogo se fue suscitando en mí a medida que leía los capítulos que me enviaban, dialogaba con lo escrito y por supuesto con las autoras.
Les agradezco ésta oportunidad que me han dado de dialogar con ellas, y quiero destacar que he recogido todas las dudas que les ha suscitado el origen mítico del sí mismo que desde la filosofía creo que Ricoeur iluminó con sus conceptos de Identidad
Ídem, Identidad Ipse e Identidad Narrativa.
La lectura atenta fue desgranando ante mi como lector las múltiples inquietudes y tomas de posición que no siempre comparto, pasando por las ideas acerca de
la adolescencia, de la bisexualidad, y la inclusión de los social...
Me he sentido hermanado en la búsqueda y muchas veces cerca y muchas otras
veces lejos en el hallazgo, que creo que tal vez es lo de menos, porque pienso
que como Ser Humano, que el hombre se encuentra a sí
mismo en el movimiento, en la búsqueda, cerca de la identidad Ipse, donde
vamos reconociendo lo propio de nosotros mismos en ese movimiento de
búsqueda.
Lo que hallamos es provisorio, y lo digo desde una edad en que podríamos
pensar que algo inmutable debería haber encontrado, tal vez eso inmutable ha
sido el amor por personas concretas, el amor por mis padres y hermanos, por
mis hijos, por la mujer con la que comparto la vida, con mis amigos, aunque estén lejos....Qué se yo...
No se si ésto les servirá de prólogo o comentario, lo escribí con pasión psicoanalítica, y debe contener muchos errores
porque surgió como Gesto Espontáneo frente a lo que me ofrecían…
Ah! Y los amigos nunca están lejos porque como dice en mi tierra Atahualpa Yupanqui, A que le llaman distancia
Eso me habrán de explicar,
Solo están lejos las cosas
Que no sabemos mirar,
Los caminos son caminos
En la tierra y nada más,
Las leguas desaparecen
Si el alma empieza a aletiar”.
Alfredo Julio Painceira Plot

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